Como diseñadores gráficos hemos pasado momento donde hemos tenido que lidiar con ciertos tipos de clientes tóxicos; aquellos clientes que se vuelven una pesadilla dentro de nuestras vida como profesionales del mundo creativo. Pero, lo cierto es, que todo tiene su pro y su contra, ya que estos mismo personajes son los que nos ayudan “de manera indirecta”, por así decirlo, a aumentar nuestro nivel de profesionalidad y capacidad como productores del diseño.
Así que, presta mucha atención, porque en este artículo de hoy, te hemos compartido una lista con los 6 tipos de clientes más tóxicos que te puedes encontrar, para que lo detectes a tiempo y tengas un mejor control del proyecto desde el inicio.
1. El controlador
Este tipo de cliente se caracteriza mayormente por sus interminables llamadas y/o, porque te escribe constantemente a tu número de Ws (WhatsApp), de manera insistente y cada media hora para saber “supuestamente” como vas con el proceso de su trabajo.
También, este personaje pictórico suele bombardearte con excesivos correos electrónicos con nuevas informaciones, ideas que encuentra por las redes sociales y peticiones de cambio que, por consecuencia, hacen que el tiempo de entrega se alargue aún mucho más.
Recomendación: para este tipo cliente debes de ser bastante celoso con el tiempo y, debes de cuidar esencialmente la energía de tu cuerpo. Olvídate de lo que pueda pensar, o, de tratar de mantenerlo contento. Es más, crea un contrato de diseño e incluye todos los parámetros del proyecto:
- Cantidad de modificaciones
- Costo por modificaciones
- Tiempo de entrega
2. El indeciso
Esta clase de clientes se caracteriza mayormente por su alto grado de inseguridad e indecisiones; siempre requieren más propuestas de diseño que los demás y nunca da el visto bueno ni mucho menos una opinión constructiva.
Recomendación: antes de comenzar el proyecto es importante señalar las fechas claves de entrega, es más, apuntan estos 5 puntos claves de un contrato para que te evites echarte un tremendo dolor de cabeza.
3. El evitador
El típico cliente que le dice “Si” a todo, pero al final termina cambiándonos todo el proyecto. Este tipo de cliente es innato al conflicto, ya que para él, decir “No” es perder la relación de trabajo con el diseñador, por ende, mejor calla para mantener las cosas en armonía, mientras tanto.
4. El ofensivo
Esta clase de cliente tiende a caracterizarse por sus fabulosos cambios de ideas constantemente, ¡Exige más y paga poco! Al igual, tiende a ser afirmaciones un tanto anti-profesional, por no decir que “ofensivas”. Suele utilizar términos como “esto lo puede a ser mi sobrino”, “pónmelo más bonito”, “déjamelo más barato” o “ponme el logo más grande”. Tiende a no escuchar tus observaciones, ni respeta tus puntos de vista, y para colmo, le cuesta mucho llegar a conclusiones concretas.
Recomendación: ante todo ¡mantén la calma! Céntrate en tu experiencia como diseñador y tu nivel de profesionalismo. Mantén la calma y la compostura y, no pierdas por nada del mundo el foco principal del proyecto.
5. El critico
El típico cliente que nunca está contento, es exigente y perfeccionista hasta más no poder. Además, siempre quiere más y mejores propuestas y, lo mejor de todo, que todo es para ayer.
Recomendación: escucha a tu yo interior. Todos los creativos tenemos esa vocecita, ese critico interior, como solemos llamarlo, que está allí con el único propósito de darnos un aliento positivo.
6. El impaciente
¡Uy! Este tipo de cliente se caracteriza mayormente por ser apresurado, impaciente y porque le encanta entregar todos los insumos a última hora, para luego, ahogarte con las prisas y la necesidad de ver los diseños ya resueltos. Suele utilizar típicos términos de: “Como vamos” o “Deja ver un preview o borrador”.
Recomendación: ¡tu tiempo es oro! Por ende, organiza tus actividades por prioridades. Sal a ejercitarte un poco, recréate, reserva tiempo para el descanso y, sobre todo, desconéctate de los clientes impacientes.
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